Luego de ver las reacciones de todo un pueblo, solo puedo quedarme con estas dos reflexiones, las cuales quiero regalarte en el día de hoy:
- Aumentemos nuestra FE: tomemos todas las medidas de lugar que sean necesarias pero nunca dejen que el ruido del mundo apague nuestra fe en ese Dios que levanta paralíticos, que resucita muertos, que renueva los corazones quebrantados y que tiene el poder de cambiar una realidad desastrosa en un milagro divino. Solo me pongo a pensar, si Dios pudo resucitar a Lázaro en el 4to día que no hará con este virus y todos sus hijos que le aman. No me cabe duda que Dios tiene el control de todo esto también.
- Aprendamos a ver lo bonito de todo esto: me pongo tan feliz cuando veo que ya la importancia no recae en el ‘’YO’’ sino en el ‘’NOSOTROS’’, este clima lleno de una empatía genuina me ayuda a darme cuenta del nivel de comprensión y solidaridad que tenemos y el poder que alcanzamos cuando decidimos unirnos.
Que nuestro clamor siga retumbando los oídos de nuestro Padre Celestial y que Él nos prepare para las bendiciones infinitas que vendrán como consecuencia de esas fervientes oraciones.